El Rompecabezas de la Muerte en Rosario – Por Ricardo Marconi
Acapulco, un paraíso destruido por narcotraficantes, guerrilleros y un huracán
En los inicios de la década del 80 los turistas extranjeros dejaron de visitar Acapulco y el Estado de Guerrero, que a pesar de ser una de las ciudades más pobres de México convocaba a los visitantes.
En la primera de las ciudades, por ese tiempo se inició un crecimiento muy importante de la actividad narco y en Guerrero la violencia guerrillera socialista fue enfrentada decididamente por el gobierno.
Los hermanos Beltrán Leyva, para el 2000 se habían decidido a ocupar Acapulco con su mercancía ilegal, asociados al cártel de Sinaloa y la espiral de violencia mortal se hizo insoportable.
La economía de Acapulco casi se desintegró cuando en los 70, el gobierno apostó por el desarrollo de Cancún, donde el turismo florecía por la venta de droga al menudeo, mientras que en Guerrero aumentaron ostensiblemente las plantaciones de marihuana y amapola para producir heroína. Y las matanzas crecieron, preponderadamente en Acapulco, donde empezaron a aparecer las cabezas de los funcionarios colgadas de los puentes, mientras se multiplicaban los tiroteos nocturnos con el nacimiento de pandillas sanguinarias.
La pobreza recrudeció a nivel regional y la ciudad que nos ocupa no logró recuperarse del infierno que le infligían los narcos. El golpe final resultó ser climático, ya que el huracán OTIS destruyó gran parte de la ciudad y el 80 % de los hoteles se vieron obligados a cerrar.
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Cada día la policía rosarina precisa 200 patrulleros
El ministro de Seguridad santafesino Pablo Cococcioni estimó que para optimizar la respuesta policial en la calle “Se requieren 200 patrulleros cada 24 horas”.
Aprovechó, al hacer declaraciones, -según su visión de lo que sucede en Rosario en el campo delictivo-, para remarcar “un marcado descenso de casos de violencia altamente lesiva en la primera mitad del año”.
El ministro de Seguridad de Santa Fe Pablo Cococcioni también afirmó que los robos y arrebatos bajaron, pero en menor proporción.
Casi seis decenas de crímenes
El anuncio viene a propósito de que Rosario acumula 59 crímenes en lo que va del año, cuando en el mismo período de tiempo, pero de 2023, habían ocurrido 160. “El delito predatorio bajó, pero no en los mismos niveles que los homicidios o heridos de arma de fuego, que descendieron de manera considerable. Eso se resuelve con medidas más complejas. Por un lado, con el policiamiento e investigación criminal y por otro tiene que ver con situaciones sociales y económicas, donde la persona que sale a robar un cable ve que hay una economía delictiva, y por eso allanamos chatarrerías y reducidores. Pero también, esa persona que sale y pega el tirón del cable con riesgo de electrocutarse, evidentemente está en una situación muy compleja desde el punto de vista social”, comentó Cococcioni en conferencia de prensa.
El funcionario provincial agregó que para optimizar aún más la respuesta de la Policía en la calle tienen que llegar “a los 200 móviles cada 24 horas” para dar una “respuesta adecuada” al delito predatorio.
“Hoy, estamos en aproximadamente 170. Aspiramos a los 200, sería el número óptimo según los parámetros demográficos y de criminalidad”, señaló el ministro.
Por último, valoró la decisión del gobierno nacional de anunciar la terminación de la obra de la cárcel federal de Coronda. “Sería una buena noticia porque serían 500 celdas que aliviarían la sobrepoblación de presos federales en Santa Fe, que son 700. Para nosotros, implicaría que en Rosario y en Santa Fe ciudad no haya más presos en las comisarías”, concluyó el funcionario.
La triste historia de “los piperos”
Marcos Jeremías Maldonado, de sólo 17 años, era conocido en el barrio como “Chaparrito” y sus habituales vecinos, con tristeza indisimulable, lo vieron con vida hasta que fue asesinado el 20 de enero pasado cuando un balazo le destruyó el cráneo, frente al garaje de Isola y Alice, en momentos en que se dedicaba a disfrutar de una “pipeada” de cocaína de bajo nivel, ya que las pericias determinaron que la droga estaba compuesta de elementos residuales.
“Chaparrito”, vale recordarlo, fue puesto al borde del precipicio por la acción de las drogas adulteradas, razón por la cual se comercializa a menos precio en los barrios rosarinos de la periferia rosarina.
“El costo de la ‘merca’ se actualiza permanentemente y al momento del asesinato la ‘porción’ rondaba los 2 mil pesos en las zonas empobrecidas y dentro de los bulevares ya alcanzaba a los 10 mil y en algunos casos 12 mil”, señaló un sujeto que no quiso identificarse.
La crisis social y económica es aprovechada al máximo por las “luciérnagas” y “Los piperos”, según las madres de esas zonas sumergidas, quienes fueron las primeras en poner en palabras la hecatombe de las muertes en grandes cantidades con la sangre de las víctimas de los barrios empobrecidos que hacen que las estadísticas se disparen en la oscuridad de la noche, donde además, en los recovecos de los negocios los “zombies” se hallan acurrucados bajo mantas o frazadas donadas. Algunos sólo tiran entre sus cuerpos y los rincones de las veredas sachets de productos comerciales unidos para oponer resistencia al frío que congela los riñones, en una ciudad atacada por temperaturas bajo cero que hacía años no se sufrían.
Fentanilo vs. cocaína en la noche rosarina
Como ya lo venimos apuntando en nuestras columnas, la demanda de cocaína está siendo vencida lentamente por el fentanilo, un más que potente fármaco opiáceo sintético 50 veces más fuerte que la heroína que en Estados Unidos su costo –en alza-, por dosis en nuestra región y, por ende, en la ciudad de Rosario, donde se lleva la vida de jóvenes y niños hambreados. Al caer levemente el consumo de cocaína, también se reduce el paco y es por ello –dicen los especialistas-, los “piperos” son más agresivos.
Las escenas de los crímenes están creciendo en número de encendedores, tubitos de aluminio, bombillas de mate usadas, cucharas soperas, virulana, bicarbonato de sodio, palitos de manera, restos de cocaína y ropas usadas raídas y picaportes, manijas de puertas y alguna que otra placa de cementerio que la muerte intempestiva evitó que se llegara a canjear por dinero para comer o comprar más droga.
Habría más crónicas policiales que las señaladas y no son las más simples formas de abandonar la vida, ya que antes de ser baleados, los “piperos” son bañados en aceite hirviendo en el interior de taperas.
Días de ayuno forzado
Son los “piperos” quienes admiten que pueden soportar dos o tres días sin comer ni dormir por efecto de las drogas, pero lo que no pueden soportar es “estar sin fumar” y es en esos momentos en que se profundiza la necesidad de hacer “cualquier cosa” para calmar su necesidad más elemental y ello lo puede confirmar cualquier madre que diariamente ve como desaparecen cosas valiosas de una casa o, de lo contrario, se ven en la necesidad de ir a la seccional para rescatar a su hijo o para enterarse que dejó su vida en el intento de un robo, debido a que fue identificado por algún episodio mortal.
Es que los efectos son demoledores. Con sólo 4 pitadas la piel se lo hace saber a las víctimas de los narcos. No es casualidad que a los “piperos” les surjan manchas en la epidermis y la mugre se acreciente en todo su cuerpo por falta de aseo personal, a lo que se suma una habitual quemadura en las manos.
En las calles de la provincia de Santa Fe, como en las de Estados Unidos, el norte de México y Centroamérica hay drogadictos tirados deseando tener la oportunidad de “pipear” para alimentar con droga sus cuerpos frágiles, vulnerables ante la mínima presión y dispuestos a sufrir el más terrorífico final con tal de poder disfrutar de una última pitada en un estado cuasi demencial, para no admitir que recién con la última inhalación el alma abandona el cuerpo.
Agregados
Hay algunos “inhaladores” callejeros que le agregan sustancias a la cocaína para darle más volumen a la droga ilegal y para lograr su mayor manipulación a los fines de tener un poco más de tiempo con “furia”.
Las autoridades saben que desde hace nueve años se redujo el secuestro de pasta base en Rosario, cuando era el tiempo de los “Cocineros” que hacían su agosto y líderes como Ariel “Guille” Cantero y Jorge “Ema “Chamorro compraban cocaína recién salida de las cocinas para desparramarla por Rosario y su zona de influencia. Luego “desbarrancaron”, se dice, con la caída de “Los Patrones”, aunque ya por ese entonces el consumo se había multiplicado en América Latina y en el Conurbano Bonaerense a partir del 2001, aunque vale recordar que recién se halló paco en Rosario el 28 de abril de 2010, en un operativo de la Policía Federal que realizó en dos viviendas de República al 6300 y 6.400, pleno barrio Empalme Graneros, donde se secuestraron 511 dosis que habían ingresado desde la Provincia de Buenos Aires, tres años antes que se iniciara en nuestra ciudad la guerra total entre las bandas de narcotraficantes que pretendían tomar por la fuerza la totalidad del territorio rosarino.
Demolieron un búnker del Clan Tripi
En la nómina de bandas sobre las que la Cámara de Diputados provincial solicitó datos específicos se hallaba el Clan Tripi y, “casualmente”, las autoridades del área de seguridad de Santa Fe, con una orden judicial procedieron a demoler un búnker de la gavilla que tenía en el barrio Parque Oeste, donde se comercializaba droga al menudeo.
De manera paralela, cuando se iniciaban las tareas de demolición en Acuña y Ruillón, el fiscal Franco Carbone apuntó que en ese lugar se acopiaban drogas y armas. Según enunciaron funcionarios policiales allí funcionaba un “punto de operaciones del Clan Tripi. Esto es cuatro hermanos que estuvieron formando parte de Los Monos. La demolición fue supervisada por el secretario de Seguridad Pública de la provincia Omar Pereyra y el fiscal Franco Carbone.
En declaraciones a LT8, Carbone señaló: “Acá se vendía y se acopiaba no solo drogas, sino armas también. El concepto de búnker como tal no lo venimos viendo como era hace unos años. Hay personas que venden en la calle, pero tenemos acreditado que este lugar fue utilizado por el clan Tripi desde hace varios años”.
Carbone agregó que “en el último año hubo un total de 2 mil reportes de violencia lesiva en torno a este lugar o muy cerca de aquí. Hay disputas territoriales todo el tiempo. Son puntos de ventas muy importantes en cuanto a recaudación en Rosario. En este lugar, tres policías del Comando Radioeléctrico plantaron tres armas de fuego en el marco de las amenazas al gobernador Pullaro”, recordó.
“Acá se juntaba la familia Tripi. Este es un lugar muy simbólico porque está a media cuadra de la escuela del barrio", agregó y recordó que "a Leo Tripi, uno de los hermanos, lo asesinaron en estas cuadras. Otros dos están cumpliendo penas en la Justicia Federal. Otro cumple presión preventiva, imputado de comercio de estupefacientes. Entendemos que la banda está desbaratada, al menos en las cabezas y primeras líneas”, expresó Carbone.
Acribillado
Un joven de 19 años fue acribillado el pasado jueves, por la tarde, en la puerta de una distribuidora de barrio Belgrano.
La fiscal Gisela Paolicelli, a cargo de la investigación por el homicidio de Ignacio Joaquín Britez, el joven de 19 años que fue acribillado a tiros en Provincias Unidas y Viamonte, afirmó que la familia de la víctima hace tiempo sufría balaceras e intimidaciones por un pariente que está preso.
Ese recluso es Facundo Britez, que está alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 6 de Rosario por una causa derivada de dos robos cometidos en diciembre de 2021.
Ignacio Britez, fue ejecutado de nueve tiros mientras manejaba un montacargas de la distribuidora en la que trabajaba. Ya había sido baleado el 18 de febrero del año pasado, cuando sufrió una herida de arma de fuego en el brazo derecho en Cochabamba y Guatemala y tuvo que ser asistido en el hospital de emergencias Clemente Álvarez.
La fiscal, que ahora investiga su homicidio, aseguró que no tenía antecedentes penales y era una persona trabajadora. Es por eso que se infiere que esos dos ataques habrían sido para enviarle un mensaje a su hermano Facundo.
El recluso en cuestión cayó detenido el 23 de diciembre de 2021, cuando junto a tres ladrones –dos de ellos de Córdoba capital– entraron en un edificio de Tucumán al 1400, maniataron al guardia de seguridad y posteriormente robaron en seis oficinas.
Los cuatro delincuentes, después de cometer los atracos en Tucumán al 1400, se metieron en la casa de un representante de jugadores de fútbol situada en San Luis al 3500, donde finalmente fueron aprehendidos por la Policía. Por esa secuencia delictiva, Britez firmó un juicio abreviado en septiembre pasado por el que recibió la pena de 3 años de prisión efectiva.
Las intimidaciones a la familia de Facundo Britez quedaron a la vista en junio de 2022 a través de dos ataques que fueron cometidos “por error”, cuando balearon y prendieron fuego una casa donde funciona un almacén en Ecuador al 2300. En ese lugar, los gatilleros dejaron un papel escrito cuyo mensaje era para el preso. Sin embargo, se habían equivocado, ya que el lugar dañado era una propiedad lindera a la de Facundo, según se pudo establecer después.
Asesinan a un hombre que viajaba en remís trucho
Gerardo Moreyra, de 25 años, viajaba en un remís trucho cuando fue asesinado por dos sicarios que abrieron fuego contra el automóvil en calle 1.818 al 4100, una zona conocida como barrio La Lagunita. La víctima sufrió múltiples impactos de bala y tanto el auto como el teléfono del conductor fueron secuestrados por orden de la fiscal Gisela Paolicelli, del Ministerio Público de la Acusación.
El pasajero fallecido ascendió al vehículo en la zona norte de Rosario y, supuestamente se dirigió a una cita con una mujer, aunque los trascendidos indican que al chofer le indicó una dirección imprecisa, ya que la calle no llegaba hasta la altura que le habían dicho.
La Policía de Investigaciones y el Comando Radioeléctrico se encargaron de la toma de testimonios, así como del levantamiento del material balístico y el relevamiento de cámaras de videovigilancia.
El remís trucho incautado sería de Granadero Baigorria y lo propio ocurrió con el teléfono del conductor. El crimen aludido fue el primero registrado en el mes de julio en el departamento Rosario.
En la escena del crimen se levantaron una docena de vainas servidas. Una versión periodística señalaba ayer que se habían contado más de 17 orificios de bala en el cuerpo de la víctima, lo que abona la hipótesis principal de una emboscada: el joven había sido convocado a algún lugar de esa zona donde lo estaban esperando para matarlo.
Modalidad
Moreyra es el tercer pasajero de un vehículo de alquiler asesinado a balazos adentro de un auto en lo que va del año. El hecho anterior, muy similar, fue el reciente crimen de Braiton Nicolás Villa, de 15 años, asesinado el pasado 21 de junio en Guatemala al 2300 cuando iba a bordo de un remís cuyo conductor resultó herido en un pie.
El adolescente había estado mencionado en el crimen del policía Leoncio Bermúdez, baleado mientras hacía una guardia en el Hospital Provincial, y estaba sindicado como uno de los que habían actuado como campana.
Otro hecho que al parecer se trató de una emboscada fue el doble crimen del taxista José Luis Assale, de 63 años, y un joven de 21 años a quien llevaba como pasajero, Carlos Uriel Acosta. Ambos fueron acribillados la noche del 13 de febrero pasado en Chacabuco y Doctor Riva, en Tablada.
Unos días antes, el 25 de enero, habían asesinado a Pablo Bonda, de 34, cuando bajaba de un taxi en Perú al 1900, en el barrio Belgrano Sur.
Ingenio para delinquir
Los delincuentes modifican mecanismos para concretar sus atracos en función de sus necesidades más apremiantes y un ejemplo de ello lo tenemos con un individuo de 44 años que se introdujo en un departamento, tras forzar la puerta de un departamento de Güemes al 2000, simulando ser el propietario.
Luego de preparar todas las cosas que pretendía llevarse, desde allí mismo llamó a un flete para concretar la “mudanza” de los efectos recolectados.
El malviviente esperó con los efectos en su poder en la puerta del edificio al encargado de realizar el flete, pero no contó con que el encargado de cargarlos sospechara de las actitudes del ladrón y disimuladamente llamó a la policía que llegó al lugar e interrogó al interesado en mudarse. Como este último no logró convencer a las autoridades terminó detenido.
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*Ricardo Marconi es Licenciado en Periodismo y Posgrado en Comunicación Política
Imagen: El cuerpo de un hombre sin vida apareció ahogado en la playa Dominguillo en el puerto de Acapulco, Guerrero (Imagen: Interacción Noticias)
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