Con 50 días transcurridos de 2024 inicia el año legislativo en el Concejo Municipal de Rosario. Con una importante renovación de bancas, varios nombres de escasa trayectoria en la labor de regular la ciudad y algunos con trayectoria política nula.
Lo cierto es que tienen por delante el desafío de afrontar el debate de temáticas que deben mejorar la vida de lxs ciudadanxs de Rosario.
Algunos de esos temas llevan años de recorrido en el Concejo y muchos proyectos presentados, pero sin resultados efectivos.
Esta vez, habrá que enmarcarlos en la situación económica y política nacional. Con partidas presupuestarias reducidas o eliminadas, imposibilidad de previsión de gastos y recaudación en disminución.
Quizás el caso mas emblemático, por estar en plena discusión es el del Transporte Urbano de Pasajeros. La decisión del presidente Javier Milei de eliminar subsidios provocó reclamos de intendentes de todo el país. En algunas ciudades, como Córdoba, los colectivos ya recorren las calles por un boleto a $700. En Rosario, Pablo Javkin tiene la potestad de poner el precio al boleto, sin pasar por el Concejo, pero las voces críticas apuntan a varias debilidades que caracterizan al sistema en Rosario.
Parece lejano el proyecto en campaña de Juan Monteverde, cuando exponía la idea de empezar a discutir la construcción de un Metro.
En la misma sintonía, la disposición de incluir a las empresas ferroviarias públicas en una lista de privatizaciones, parece complicar el desarrollo de los trenes metropolitanos.
Sin embargo, la polémica de incorporar, prohibir o regular las aplicaciones de servicio de transporte de personas, como Uber, se circunscribe al ámbito municipal. Las respuestas saldrán desde el Concejo y el Ejecutivo, quienes deberán tener la muñeca necesaria para beneficiar al usuario y dañar lo menos posible a quienes brindan el servicio. Son ese tipo de decisiones que involucran a sectores productivos o económicos que arriesgan su subsistencia a partir de normativas municipales. Tal es el caso de la construcción, quien demandará atención al frenarse la obra pública.
Si bien la salida de la pandemia trajo un renacimiento de los emprendimientos inmobiliarios, los empresarios mantuvieron los reclamos por cierta demora de los permisos en el Concejo, específicamente en la comisión de Planeamiento. Vale aclarar que aún siendo excepciones al reglamento o irregularidades, con o sin polémica, los expedientes siempre se resuelven a favor de las constructoras.
Aunque, si hablamos de demoras, la Ordenanza para regular la nocturnidad es la que lleva los premios mayores. Es una discusión que lleva casi una década, que involucra intereses económicos, que depende de la resolución de otros temas y aportaría orden a la ciudad. Será este el año?
