📜 El rompecabezas de la muerte en Rosario – Por Ricardo Marconi
El juramento y la palabra sagrada (Parte 1)
Un rumor creciente, apuntaba a muchos ex comisarios rurales y a ex jefes políticos de Santa Fe y de Córdoba.
Hasta su muerte fueron hombres de mucha fortuna, sobre la que nadie conocía su origen. Es así como se comenzó a ligar a pequeños grupos de mafiosos con la impunidad y la corrupción policial en Santa Fe.
Lo apuntado era sólo una mínima introducción de lo que más adelante explicitaremos, con lujo de detalles, cuando abordemos la gestión de los organismos de seguridad santafesinos que tuvieron que combatirla, e incluso el lector accederá a información hasta el momento no conocida.
La promesa está hecha, ahora continuemos con el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a nuestra provincia a un mar de sangre y muerte.
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El 18 de julio de 1857, en la estancia San José –ubicada en las cercanías del cementerio-, se firmó un acta mediante la cual los propietarios de las parcelas del Rincón de las Piedras ceden sus acciones y derechos sobre partes de las mismas a favor de José Echagüe y Cayetano Carbonell padre, vecinos de la ciudad de Rosario, para la formación de una población.
El Pago de los Arroyos, que comprendía desde el río Carcarañá, al norte, hasta el arroyo Ramallo como límite sur, no era una zona desértica. Por el contrario, en ese territorio, ciudadanos y mercaderías transitaban por el Camino Real y por el río.
Había postas, almacenes de campaña, pequeños asentamientos agrícolas y ganaderos en el Rincón de las Piedras –hoy Villa Constitución-, frontera de la Confederación Argentina con la autónoma Buenos Aires, donde habitaban alrededor de 400 personas.
Ya desde 1812, se hallaba instalado un destacamento de la Comandancia Militar, transformada en comisaría de campaña desde 1836 y Guardia de Prevención desde 1851. Cuatro años más tarde había llegado el momento de hacer sentir la presencia de la Confederación en esta frontera y se decide la lenta, pero persistente, multiplicación de una población que, junto a visionarios rosarinos, aprovecharon las perspectivas económicas del puerto natural, con la inminente llegada del ferrocarril para poner en marcha una empresa fundadora.
El 14 de febrero de 1858, los habitantes de las 2 casas y 94 ranchos que componían Puerto de las Piedras, se reunieron para fundar el pueblo con la presencia del gobernador Juan Pablo López.
Al año siguiente, nacía en Rosario –donde sería funcionario- el 13 de abril de 1859 Cayetano Carbonell(h), quien falleció en Buenos Aires el 25 de mayo de 1918. Fue su madre Hermancia de la Silva, quien lo educó en el Colegio Inglés de Mr. Caster, y luego ingresó al Colegio Nacional hasta completar el bachillerato.
Vivió en Santiago del Estero en su juventud, donde ejerció el comercio y ocupó cargos públicos, tales como la titularidad de la Dirección de Rentas, repartición que organizó y que se había creado en 1884, siendo posteriormente Jefe Político en Rosario, a partir del 7 de marzo de 1861 y por el lapso de cinco meses.
Luego se desempeñó como convencional para la reforma de la Constitución en 1884 y como diputado nacional en 1886. Escribió diversas obras, entre las que vale mencionar: «Realidades y Verdades», «Orden y Trabajo», «Aserrín y Virutas» y dos volúmenes con su pensamiento y antecedentes de temas económicos y sociales, tales como el voto secreto, huelgas y las relaciones entre obreros y patrones, escritas en 1914. Se había casado con Catalina Jiménez.
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Con el paso de los años, esa ciudad – Villa Constitución- creada por el padre del jefe político de Rosario que nos ocupa, sería el campo de batalla de los asesinos del Proceso y sus víctimas sindicales, tema de las que no dejaremos de ocuparnos minuciosamente más adelante.
El primer recaudador policial
El 5 de mayo de 1863, asumió como Jefe Político el jujeño Mariano Alvarado, quien el 4 de marzo de 1862, había recibido una copia legalizada del decreto gubernamental mediante el cual se regularizaban los impuestos que se recaudaban por autoridades policiales de Santa Fe, el juzgado de Paz y por los partidos de campaña.
Por otra parte, en abril del último citado año, fue Alvarado designado titular de la Municipalidad, ya que el 26 de marzo se habían convalidado las elecciones municipales, en las que habían sido electos, entre otros, Emiliano Frías, Eudoro Carrasco y José Fidel de Paz. Como suplente había sido designado Domingo Palacios.
El Jefe Político aludido, en 1874, sería nombrado componente del directorio del Banco Provincial de Santa Fe, que había sido creado ese mismo año, bajo la protección del ministro Melquíades Salvá.
Un primero de junio de 1874, la Legislatura Provincial designó a cuatro vecinos –Jacinto Corvalán, Camilo Aldao y Aarón Castellanos, todos jefes políticos- para organizar la entidad crediticia y conformar su capital accionario.
Un imputado de sedición en el poder
Marcelino Freyre, un santafesino nacido el 13 de noviembre de 1846, hijo del coronel Marcelino Freyre Rodríguez del Fresno y de María Salomé Maciel de la Quintana, comenzó a destacarse en la gestión pública a partir de 1865 formando parte de la comisión que se encargó de la corrección de los títulos de las propiedades urbanas.
En Rosario, fue electo municipal en la primera elección que se realizó al constituirse el Concejo Municipal en enero de 1860 y, en el mismo año, se lo eligió convencional para trabajar en la reforma de la Constitución Provincial, promulgada en febrero de 1863.
El gobierno provincial confió en él al designarlo Jefe Político y presidente de la Municipalidad de Rosario, desde el 29 de marzo de 1864 hasta diciembre de 1865, poniéndose en marcha, en el transcurso de su gestión, a partir del mes de agosto de 1864, el Reglamento de Policía Urbano y Rural, que tuvo vigencia en el Departamento Rosario hasta septiembre de 1923, oportunidad en la cual, por su decisión como titular de la Jefatura de Policía, se eleva al Poder Ejecutivo de Santa Fe, un reglamento interno y manual de instrucciones – verticalista- que le fue aceptado.
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A medida que se acercan las elecciones fijadas para el 23 de enero de 1865, la situación de violencia interna en Rosario se agrava y Freyre, que se las ve venir, en nota al ministro de Gobierno, le comunica que se han generado desórdenes en las calles y le solicita una partida de 15 hombres a caballo para utilizarlos con fines represivos.
La petición ocasiona en los ciudadanos un profundo malestar y el Jefe Político es calificado de «parcial», pues se decía que actuaba a favor de Nicasio Oroño, uno de los candidatos.
El clima adverso a Freyre llegó a la prensa y el periódico «El Rosario», en su último número le imputa en un título: «Freyre en plena sedición. Ya ha desaparecido toda garantía constitucional. La bala y el puñal de los asesinos armados por Freyre tienen la palabra».
En diciembre de 1866 se incorporó al ejército del interior, organizado por el general Paunero, debido a que su enfermedad le impedía retornar al Paraguay. Con dicho ejército participó en diversos combates, destacándose tanto que fue ascendido a capitán.
En 1869 se mantuvo a las órdenes de Julio Roca en la provincia de Tucumán y el 26 de agosto de ese año fue ascendido a sargento mayor graduado. Participó en la lucha contra Ricardo López Jordán y más tarde permaneció en Córdoba hasta principios de 1872, oportunidad en la que fue enviado a la frontera bonaerense y, en marzo de ese mismo año fue designado segundo jefe del 7º Regimiento de Línea, que permanecía guarnecido en el fuerte «General Paz», por entonces Partido de 9 de Julio.
En enero de 1873, tras ser ascendido a teniente coronel, se vio obligado a participar en la sofocación de la segunda rebelión de López Jordán y ya de regreso a Buenos Aires participó de la batalla de La Verde, formando parte del ejército comandado por el coronel Arias. Tras finalizar esa campaña retornó al fuerte «General Paz», donde permaneció hasta 1875.
En 1875- el santafesino ocupa la presidencia del Concejo Municipal y, un año más tarde, fue nombrado comandante en jefe de la 1º Línea de la frontera Oeste, con la que participó de las matanzas de las comunidades aborígenes. Tras su mandato siguió viviendo en Rosario hasta su fallecimiento, ocurrido el 19 de diciembre de 1907.
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*Ricardo Marconi es Licenciado en Periodismo y Posgrado en Comunicación Política
Foto: barriopichincha.com.ar
Viene de acá: Los primeros mafiosos
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