📜 El Rompecabezas de la Muerte en Rosario – Por Ricardo Marconi
El Reino Unido desclasificó secretos sobre el traslado de armas nucleares a las Islas Malvinas
En el rompecabezas que venimos elaborando en nuestras columnas, vale hacer mención a la desclasificación documental de archivos públicos de parte del gobierno británico sobre el conflicto de las Islas Malvinas, dada a conocer por el historiador Francisco Taiana.
La investigación confirma de la presencia de armamento nuclear a bordo de la flota naval que el Reino Unido decidió enviar las islas argentinas.
En el National Archive británico se dieron a conocer duros y glaciales debates entre distintos componentes del gobierno que tenían que ver con la toma de decisiones de enviar naves para enfrentar el conflicto.
Quedó claro, en los documentos desclasificados, que las armas nucleares se hallaban instaladas en la flota al momento de que los argentinos retomaron las islas el 2 de abril de 1982, a través de un operativo que no es el objeto de análisis en el presente informe.
Datos específicos
Sí, somos más específicos en relación con el tipo de armamento nuclear aludido. Se trataba, según los documentos, de cargas de profundidad nucleares que forman parte de armamento antisubmarino. Las cargas eran transportadas en los portaaviones Hermes y HMS Invincible, así como en las fragatas Tipo 22, HMS Brilliant y HMS Broddsword.
Los destructores Tipo 42, HMS Sheffield y Coventry contaban –cada uno-, con una carga de vigilancia que se utilizan en entrenamiento y son idénticas a una carga nuclear, con la aclaración de que el elemento fisionable había sido reemplazado por uranio empobrecido y con sustancias inertes. Había, según los documentos, 18 de esas cargas en el Hermes, 12 en el Sheffield y una en el RFA Regent.
“Armamento temporal”
En un cable secreto –ahora desclasificado-, del Ministerio de Defensa inglés se hace mención a que la existencia del armamento es “temporal” (10/04/82) y que “si se hubieran retirado de los barcos se habría atrasado la operación prevista hacia las islas, al menos 36 horas.
El texto, que ahora exponemos, agrega que descargar el armamento nuclear en la Isla Ascensión –utilizada como escala logística por los británicos-, presentaba serias dificultades, ya que habría sido necesario utilizar helicópteros para esa delicada operación y ello implicaba una acción arriesgada.
En el trayecto que debía cubrir la flota destinada a las islas, viajaban periodistas y si se hubiera realizado dicha maniobra en la isla Ascensión, seguramente los cronistas habrían advertido la maniobra y el mundo la conocería, lo que dejaba a las fuerzas militares inglesas en una posición difícil y extremadamente vulnerable ya que, incluso, permitiría conocer la operación militar a las fuerzas armadas de Rusia.
Protocolos complejos
A lo expuesto hay que sumar que hubieran tenido que aplicarse complejos protocolos, en caso de generarse un incendio accidental o producto de un enfrentamiento, a lo que se deben agregarse alternativas tales como el hundimiento de una nave o su destrucción con el armamento en su interior.
Escenarios
La desclasificación da cuenta de la posibilidad de que se analizaron escenarios con graves implicancias militares como, por ejemplo, que una nave con cargas nucleares recibiera el impacto de un torpedo submarino o un misil argentino que explosionara en una carga nuclear, de lo que se infiere de inmediato una contaminación radiactiva que, evidentemente, afectaría la zona dónde está el buque y luego, producto de los vientos, el despliegue de la radioactividad de manera descontrolada.
A ello se agrega, en el texto desclasificado, la pérdida de una o más armas nucleares y su posible recuperación por parte de las fuerzas armadas argentinas o de alguna otra potencia.
Ni hablemos del descubrimiento del secreto de haber transportado las armas nucleares y su influencia negativa en la imagen mundial del gobierno británico, a lo que hay que agregar explicaciones ante organismos internacionales y el deterioro de la relación anglo-estadounidense.
El hundimiento del Hermes o el Invincible, no sólo hubiera sido un golpe significativo, sino que, además, implicaba una pérdida considerable en lo atinente a sus capacidades nucleares.
Los documentos desclasificados reflejaban una preocupación del gobierno británico sobre la violación del Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América latina y el Caribe, más conocido como Tratado de Tlatelolco.
Es que el documento no había sido ratificado por Argentina y por lo tanto no podría aplicarse al caso que nos ocupa. Aún hoy, en Malvinas, los ingleses no han negado ni confirmado la existencia de armamento nuclear y ello genera, en el presente, especulaciones.
El hecho de que produjera el hundimiento del Sheffield, disparó rumores sobre la posibilidad de que la nave llevara armas nucleares a bordo y también se comentó la posibilidad de que el Reino Unido iba a bombardear territorio argentino continental con bombas nucleares lanzados desde aviones Sea Harrier sobre plantas petrolíferas.
Factores que incidieron en decisiones
Sobre qué factores incidieron en las decisiones en el Reino Unido sobre la carga de bombas nucleares, hay un argumento que aparece en un documento del Ministerio de Defensa del 7 de abril de 1982 que permite agregar otra dimensión a los cálculos estratégicos.
En los mismos se señala: “En caso de tensión y hostilidades entre nosotros (Reino Unido) y la Unión soviética, concurrentes con la operación corporativa (nombre interno con que se hace referencia a la Guerra de Malvinas) el potencial de combate en nuestros buques de guerra se vería seriamente reducido”.
De esta manera, el marco general de la Guerra Fría termina por exponer un panorama geopolítico más amplio de Malvinas y sus posibles ramificaciones en el tablero internacional.
La Resolución ZPCAS
La presencia de armas nucleares en el Atlántico Sur viola la última resolución de las Naciones Unidas emitida el 30 de julio de 2021 cuando se revitalizó la “Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur” (ZPCAS).
La ZPCAS se estableció en 1986 a través de la Resolución 41/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y es un foro de vinculación entre Sudamérica y África que nuclea a 24 Estados ribereños del Atlántico Sur.
Allí Argentina continuamente reafirma sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. En este foro habitualmente se condena la presencia militar británica en el Atlántico Sur y se reafirma la importancia de no permitir la presencia de armas nucleares en dicha zona.
Retórica hostil
El ex primer ministro británico Boris Johnson señaló que en este 2022 se cumplían 40 años de la “invasión, ocupación y liberación” de las Malvinas, en referencia a la Guerra de 1982, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería argentina, Guillermo Carmona, le respondió con una serie de publicaciones en Twitter, donde reivindicaba la soberanía argentina sobre el archipiélago y cuestionaba la “retórica hostil” que empleó Johnson.
Carmona aseguró que “la presencia de Reino Unido en Malvinas responde a intereses geopolíticos que comparte con otras potencias occidentales. Por eso rechazamos los dichos de Johnson. Queda develado el belicismo del Reino Unido. Persistimos en el reclamo y en la exigencia de que se cumpla lo pedido la reapertura de negociaciones pedida por la ONU”.
También manifestó que “muchos países apoyan la soberanía argentina, otros lo hacen respecto del pedido de negociación. El derecho internacional está de nuestra parte”. En contraposición remarcó que “Reino Unido no tiene apoyos, es una ocupación de facto”.
“Cuando faltan los argumentos aparecen las chicanas. La bravuconería de Boris Johnson muestra la enorme debilidad argumental que tiene el gobierno británico en esta ocupación ilegal”, indicó el funcionario de la Cancillería argentina.
————————————–
*Ricardo Marconi es Licenciado en Periodismo y Posgrado en Comunicación Política
Viene de acá: El eslabón perdido
Continúa aquí: Rosario tomada por la violencia mortal y la droga