📦 Como mínimo, se podría decir que es una campaña exagerada. Agudizando la crítica, se diría que es una forma de aprovechar la coyuntura sin ningún tipo de límites.
La situación de fragilidad de la sociedad rosarina depende de políticas profundas y efectivas, armar a la población o protegerla con instrumentos de combate, no parece ser la solución.
Fuente Rosario Plus
La campaña la lleva adelante Silvia Cantarella, precandidata a concejala por el espacio evangélico UNO (Una Nueva Oportunidad), que forma parte de la alianza de Juntos por el Cambio. Como forma de posicionarse y lograr reconocimiento, promete entregar chalecos antibalas de confección casera como forma de abordar la violencia en la ciudad y sobre todo en los barrios más postergados.
A través de un comunicado, Cantarella expresó:
. "En los barrios se vive un escenario de guerra. Es por eso que decidieron autoprotegerse confeccionando esta especie de ‘chaleco blindado artesanal’, que están fabricados con un material resistente por varias costureras de diferentes barrios"
La precandidata trabaja como referente social desde hace 12 años en el Distrito Noroeste, donde también dice coordinar talleres de oficio para rescatar a jóvenes del consumo de las drogas y la marginalidad.