🎭 Pese a la resistencia de un grupo de artistas rosarinos, comenzaron las obras que convertirán al teatro en un edificio de 6 pisos, donde luego funcionará la sala.
Cuando el tema tomó estado público, artistas autoconvocados se opusieron y acusaron a la actual comisión directiva de llevar adelante un negocio inmobiliario. Hicieron la denuncia públicamente y acudieron al Concejo a buscar apoyo. Sin embargo, los tiempos se acortaron y no hubo argumentos legales para detener la demolición.
Por eso, los esfuerzos se pusieron en conocer el camino que llevó a la decisión y preservar las obras de arte. Para aclarar, se presentaron en la comisión de Cultura, Rubén Pedalino, actual presidente de la comisión directiva y otros 2 miembros:
. Pertenecen a la institución desde hace 14 años
. Están a cargo de hace 3 años
. Se encontraba en un estado de abandono. Tenía sólo 8 socios
. Los cuadros estaban en el entrepiso, con humedad
. Hicieron un inventario: 144 cuadros
. Para conservarlos, acudieron al Museo Castagnino, pero no los aceptaron
. Acordaron darle a La Fábrica del Arte, de Laprida 1300, 109 cuadros y un histórico piano
. El resto de los cuadros se encuentran en casa de Pedalino
. Fueron pagando las deudas como podían
. El edificio empezó a derrumbarse. Primero la fachada y luego el techo
. Los 22 socios que hay en la actualidad, decidieron en asamblea, conformar un fideicomiso
. La empresa constructora le deja a la institución 2 plantas para instituir la sala de teatro
. El final de las obras es en 2 años
Pedalino y el resto de la comisión aseguran que “no hay lobby inmobiliario” y que siempre “actuaron de buena fe”.















