Numerosas quejas de vecinxs fueron recibidas por María Fernanda Rey, quien presentó un proyecto para derogar la Ordenanza 9727, que creó el Programa Islas Callejeras.
Fueron implementadas cuando la pandemia disminuía y daba lugar a una necesaria recuperación económica, pero sin descuidar el distanciamiento y la ventilación. Sin embargo, lo que surgió como una transitoria solución monetaria que preservaba la salud, continuó como un complemento permanente para ampliar la plaza gastronómica pero afectando el descanso de lxs vecinxs.
En su argumentación, Rey indica que existen reclamos por "la gran afluencia de personas en las mismas impide su correcto descanso en altas horas de la noche".
Además, detalla que los diseños de las islas debían cumplir ciertos requisitos que muchas veces no se cumplen, por ejemplo:
. Estructuras que se pudieran remover
. Debían mantener distancias respecto de garajes particulares o estacionamientos
. No podían superponerse a paradas de ómnibus o taxis, ni obstaculizar rampas para personas con movilidad reducida, ni en esquinas o lugares de paso de peatones
Por otra parte, debían estar construidas con materiales sustentables, con vegetación en los diseños, y tener una estructura temporal y liviana.