PROYECTO ESCAÑO

Tecno-optimistas – Por Juan Pablo Darioli (Dos en la ciudad)

Dos en la ciudad – Por Juan Pablo Darioli

Tecno-optimistas

Pablo Javkin y Maximiliano Pullaro anunciaron que Rosario será la ciudad más monitoreada del país y se suman al colectivo de los “tecno-optimistas fanáticos” que encabeza Javier Milei. Como en la cripto-estafa del presidente, parte sustancial del gancho en la promesa del intendente y el gobernador es que no hay un conocimiento basto en la sociedad para auditar el impacto de las tecnologías en los problemas. Dicho más simple: es un cuento lindo, que parece refinado y va a traer soluciones rápidas pero en realidad hay por atrás un gran negocio. La boleta electrónica es otro ejemplo. En este caso, es altamente probable que las cámaras con inteligencia artificial no resuelvan ninguno de los problemas que tiene la ciudad en materia de seguridad pública. Incluso, teniendo en cuenta la historia reciente, no van a ayudar ni a mejorar la tasa de esclarecimiento de homicidios, compromiso que salió de la boca de Pullaro.

Javkin de forma equivocada utiliza en su posteo de X la palabra “prevenir”, dando la falsa idea que el sistema de monitoreo con IA podría usarse en tiempo real para detectar situaciones sospechosas. Ese tipo de uso de la tecnología ya fracasó, se chocó contra las garantías constitucionales y expuso los sesgos algorítmicos que trabajan al interior de los dispositivos.

Si les interesa profundizar, les recomiendo leer esta nota de Revista Nueva Sociedad.

Además, las autoridades de Rosario y Santa Fe se juntaron para llamar y celebrar junto con la Ministra de Seguridad de la Nación, la sanción de la ley “Anti-Mafias”. Un supuesto “paso fundamental para terminar con la violencia en #Rosario y en toda la provincia” dicen y, ahondando en el manodurismo de redes, es “la herramienta que necesitábamos para que el que las hace, las pague”.

 

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Según el diputado nacional José Glinski en entrevista con José Maggi para Trascendental la ley está floja en técnica legislativa porque no tipifica los delitos, utiliza de forma vaga e indefinida los términos “mafia”, “banda” o “"organización criminal” y termina por achatar la pirámide de responsabilidades, endureciendo la persecución de los eslabones más bajos y siendo laxos con los intereses económicos de fondo.

En definitiva, la técnica por sí misma no soluciona nada, ni la de antes ni la de ahora, pero ha servido en diferentes momentos de la historia para generar burbujas de optimismo. Hacer bien las cosas cuesta mucho laburo, formación y los resultados se hacen esperar más de lo posible si los tiempos son electorales.

Hace muchos años, nuestra ciudad comenzó un proceso de modernización democrática que naufragó ante las necesidades electorales y las presiones del poder fáctico. La descentralización también fue un globo de ensayo que se pinchó:

Como el Intendente Municipal Ing. Miguel Lifschitz afirmó “…no nos vamos a quedar solamente con la descentralización administrativa, que queremos perfeccionar … Junto con ello, vamos a promover y a generar mecanismos de participación y de elección directa de representantes de los vecinos, de tal manera que cada uno de estos centros municipales de distrito, tenga un Concejo de Participación electo por los propios vecinos, que colabore con el director y que promueva la vinculación directa con la comunidad del lugar. De esta manera, estaremos cerrando el círculo del proceso de descentralización, dándoles a los vecinos, no solamente una administración eficiente y cercana, sino también la posibilidad a través de representantes elegidos en forma directa y democrática de ejercer una tarea de control, pero también de colaboración con los delegados del intendente en cada uno de los distritos”

No hubo consejo de participación, no hubo lugar a la comunidad y la descentralización quedó en su fase administrativa solamente. Otro tema para trabajar a futuro con miras en la reforma constitucional y la autonomía citadina.

Arte blockchain 

Para no pecar de tecno-fóbico ni ludita vamos a contar un poco sobre buenas aplicaciones de tecnología blockchain o NFT (Non-Fungible Token). Sabemos del impacto que tuvo la era industrial en el arte y la idea de originalidad por el ensayo ineludible de Walter Benjamin, “La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica“. Los token no fungibles se utilizan en diferentes ámbitos de producción de bienes culturales para volver al concepto de autenticidad y originalidad. En el caso del diseño digital se usa para obras singulares pero también están también las colecciones programadas como Bored Ape Yacht Club, 10 mil diseños de monos aburridos que atrajeron la compra de Stephen Curry y el rapero Timbaland.

Cada obra tiene asignado un código único que le asegura a su propietario la autenticidad. The New York Times hizo lo propio con un artículo web que habla de NFT y fue subastado por 560 mil dólares.

Como habrán escuchado en el contexto del cripto-gate, de Argentina para el mundo nació la empresa OpenZeppelin, que es líder mundial en contratos inteligentes, usando bibliotecas de código abierto, también, con la lógica del blockchain. Estos usos de la tecnología resuelven la puja entre los derechos de autor y los intermediarios tanto virtuales como analógicos.

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