Fichas de desaparecidos habrían sido derivadas a un banco suizo – Por Ricardo Marconi

📜 El Rompecabezas de la Muerte en Rosario – Por Ricardo Marconi

Fichas de desaparecidos habrían sido derivadas a un banco suizo

 

Tanto la justicia argentina como la española, no lograron establecer debidamente, en sus requerimientos, que muy probablemente alrededor de 5.500 documentos de desaparecidos fueron transportados a España en dos aviones Hércules y, desde allí, a Suiza, los que –en algunos casos- pertenecerían a rosarinos.

Los archivos fueron transportados desde Buenos Aires a Madrid y luego derivados a la sucursal de la Banca Della Suizzera[1] italiana, en Lugano, Suiza, siendo supervisado por una oficina de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

Así relató el episodio Roberto Luis Marenco[2], un ex agente de inteligencia militar argentino, quien –él señaló- trabajó para el Ministerio del Interior de España durante uno de los gobiernos de Felipe González, quien seguramente tuvo conocimiento de lo explicitado.

La Tribune de Geneve[3] y el Giornale del Pópolo calcularon en 5.500 las fichas de desaparecidos argentinos que, teóricamente, habrían sido depositadas en una caja de seguridad bancaria.

Marenco indicó que España había entablado relaciones con la SIDE en el exterior, dependiente de la Jefatura del Comando 2, del Ministerio de Defensa, cuyo titular también habrá tenido conocimiento de lo que en esta columna se expone.

Marenco trabajó, según sus dichos, para el Ministerio del Interior de España, dependiendo de Rafael Vera[4], procesado por complicidad en la “guerra Sucia” contra la ETA.

 

Operación traslado

Según Marenco “el oficial encargado del transporte era el comodoro Neme” y “los generales Suárez Mason y Rivero, el coronel Roberto Roualdes y el teniente coronel Federico Antonio Minicucci, exjefe del Área Militar 112, sabían del transporte de documentos”.

Marenco indicó que el 27 de mayo de 1983 “dos aviones Hércules argentinos partieron desde Aeroparque hasta Madrid, con una escala en las Islas Canarias. Las cajas, metalizadas, contenían todo tipo de información sobre miles de desaparecidos”.

 

Operación secret

Los encargados de la operación habrían pedido a contactos suyos en el Servicio de Inteligencia Español (CESID)[5]

Allí se habría concretado la microfilmación toda la documentación y la tarea se cumplió, obviamente quedándose con una copia, según Marenco.

Después, las microfichas habrían sido transportadas por tierra hasta Lugano y depositadas en el aludido banco Italiano. Dos periodistas del diario madrileño El Mundo, –Antonio Rubio y Manuel Cerdán-, habrían viajado con Marenco a Lugano y entrevistaron al consejero delegado del banco, Alfredo Orelli, quien no rechazó que el material pudiera estar en las cajas de seguridad.

Orelli, vale recalcarlo, habla español y vivió en Buenos Aires –casualmente-hasta 1976, para luego mudarse a Lugano.

Mientras esto sucedía…

…Alfredo Martínez de Hoz y Rafael Videla, a cargo del poder económico y militar del país entre 1976 y 1978, no eran estatistas ni proteccionistas y llevaron a la muerte a muchos argentinos.

Martínez de Hoz redujo en un año el 40 por ciento del salario real y a la población se le redujo el 30 por ciento de su participación en el ingreso nacional. Para pagar la canasta familiar el trabajador debía laborar 18 horas diarias y la desocupación se incrementó un 9 por ciento.

Para los militares del Proceso la tortura era “algo normal y no un exceso”, ya que hubo actos violentos gratuitos y, además, era considerada “un acto de servicio”.

“En Rosario no quedó casi nadie. Cayeron las mujeres del secretariado. Cayó Mónica Capelli, que había salido de la pensión con su hija de 3 años y al otro día apareció la nena que traía un hombre. Había dejado a la pequeña a un compañero.  Después se llevaron a la hija de Mónica. También murió Magdalena Nosiglia (negrita) y un hombre.

 

El Plan Condor y el NSSM

El periodista Paulo Ares[6] no dudó en vincular el proceso político vivido en nuestro país a partir del 24 de marzo del 76 y la aplicación, en el Cono Sur del “Plan Condor” con el contenido del NSSM[7].

Ares afirmó que “frente a la sustentabilidad planetaria, tanto Perón como Kissinger parecen coincidir en la necesidad de un esfuerzo internacional”. Pero “mientras que, al decir de Evita, el pensamiento de Perón responde al influjo de las causas del hombre y de los pueblos, el Kissinger del NSSM 200 es la encarnación de la razón instrumental económica frente a la humanidad”[8].

Argentina era, en ese tiempo, el 4º país proveedor de armas de los narcos cariocas, detrás de EE.UU, España y Bélgica. Hasta el 2.005 los brasileños entregaban drogas y recibían armas.

Luego se habló mucho del contrabando hormiga, a través de la triple frontera, con armas livianas, de puño y no automáticas –tiro a tiro-, que el RENAR permitía vender en Argentina.

 

 

[1] Banca Della Suizzera era un instituto Bancario especializado en el sector de gestión patrimonial que dirigía la política monetaria del país como un banco central independiente, con el objetivo prioritario de lograr la estabilidad de precios.

[2] El diario El Mundo publicó declaraciones del exagente del Batallón 601 de Inteligencia, Roberto Luis Marenco.  El espía argentino, (a) Gustavo Edgardo Ferrero, residente en Madrid  e imputado en el sumario que instruye el juez Garzón, aseguraba que los archivos de los desaparecidos habían salido de Buenos Aires en “dos aviones Hércules que despegaron el 27 de mayo de 1983 del aeroparque Jorge Newbery” y que , previo paso por Madrid donde  los documentos  “fueron microfilmados por el CESID, que se quedó con una copia”, las listas fueron depositadas entre mayo y junio de 1983 en cajas de seguridad de la banca BSI, con sede en Lugano. Suiza. Marenco señaló a Alfredo Orelli, consejero del BSI, como el encargado de ocultar el tesoro de la represión. Los magistrados Martín Irurzún y Baltazar Garzón, desde Buenos Aires y Madrid, respectivamente, solicitaron la colaboración de Carla del Ponte, fiscal general de la Confederación Helvética, para que investigara las revelaciones de Marenco. La fiscal pudo averiguar que “los archivos no están ni jamás han estado en el BSI”. También comprobó que el banquero Orelli “no tenía relación con el presunto ocultamiento, ya que en 1983 trabajaba para el Credit Suisse en Zurich.

[3] La Tribune de Geneve, fue fundada por el banquero estadounidense James T. Bates en 1879. Se convirtió en el principal diario de la Suiza francófona. Centra su información en las organizaciones internacionales con sede en Ginebra, Suiza. El grupo de medios Tamedia, con sede en Zurich se hizo cargo en 2011 y le aplicó una orientación de centro-izquierda, logrando una circulación de 34.800 ejemplares en 2017, de lunes a sábado. Su dirección: Rue de Rios 11, Ginebra.

[4] Rafael Vera fue secretario de Estado de Seguridad y, en su momento, estuvo dispuesto a contar “toda la verdad” sobre los GAL, luego que “concluya la actividad de la ETA sobre la guerra sucia”.

[5] En 1977, con el impulso del exvicepresidente para Asuntos de Defensa Manuel Gutiérrez Mellado, el 4 de julio de ese año nace el primer Servicio de Inteligencia Nacional, esto es el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), para sustituir al CEDED, que manejaba la información para Carrero Blanco y a la Inteligencia Militar, situada en el Alto Estado Mayor de los Ejércitos.

[6] Paulo Ares, autor de Perón Vs. Kissinguer, La Revolución Armoniosa Peronista versus La Razón Instrumental Economicista. Buenos Aires. 2013.

[7] El NSSM200 fue el documento que planteaba las implicancias del crecimiento poblacional mundial para la seguridad de Estados Unidos.

[8] Perón versus Kissinger.

————————————–-

*Ricardo Marconi es Licenciado en Periodismo y Posgrado en Comunicación Política

Foto: Sede de Lugano, Suiza, de la Banca Della Suizzera (Foto https://www.artribune.com)

Viene de acá: El “Gato Andrada” un agente “s” de inteligencia en la dictadura

Continúa aquí: La Junta Militar, Lastiri, Massera, López Rega y la Operación Gladio

Scroll al inicio